Josie Dalton estaba muy nerviosa cuando se acerco al rascacielos donde se encontraba el imponente atico del principe ruso Kasimir Xendzov. Habia tomado la decision de casarse con el para salvar a su hermana, pero el destello helado de los ojos de Kasimir le decia que no era un hombre con quien se pudiera jugar. Por su parte, Kasimir crea haber puesto la ltima pieza en el rompecabezas de la venganza contra su hermano. Tena el champn en la cubitera y a su flamante esposa, en el dormitorio. Su victoria iba ser muy dulce. Pero la inocencia de Josie pondra a prueba una virtud que Kasimir ni siquiera era consciente de tener: el sentido del honor.