Julia 969No era la nica palabra que Fiona Reilly pareca dispuesta a decir al atractivo desconocido que acababa de entrar en su ordenada existencia, ponindolo todo patas arriba con sus continuas invitaciones y sus arrebatadoras sonrisas. S era la nica palabra que Hank Cutler esperaba or de los labios de Fiona. Porque el vaquero convertido en publicista no renunciaba nunca a un buen reto, ni a una atractiva mujer. Y en su opinin, Fiona Reilly reuna ambos requisitos.